Se ha
demostrado la simetría entre los impuestos a la importación y los impuestos a
la exportación. Es decir, que un país que opta por la protección termina, en
definitiva, perjudicando sus propias exportaciones.
En
realidad, en los casos en que el país puede alterar los términos de
intercambio, es más eficiente poner un impuesto a la exportación que un
subsidio a la exportación, pero no es política muy común y hasta está prohibido
constitucionalmente en algunos países como EEUU. En Sudáfrica se ha ensayado
imponer tasas a la exportación de productos tales como diamantes para aumentar
los términos de intercambio. Asimismo, algunos países o grupos de países como
los de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) cuotifican sus
producciones de manera de alterar también los precios relativos en su favor.
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